Si algo llama la atención en esta Iglesia aresana son sus enormes contrafuertes que si alguna sensación producen es precisamente la de fortaleza y rotundidad. Siempre me llamó la atención que en los carteles que la anuncian, ponga "Iglesia románica de Lubre S. XV", a ver si los responsables lo van cambiando y le adjudican el gótico cuando menos. Además se echa de menos una breve historia acerca de la construcción del templo, ya que parece ser que este no es el edificio original, sino que el primero se remonta seis o siete siglos antes. En cualquier caso, hay que destacar que es una Iglesia especial, distinta y desde mi punto de vista muy bonita. Es llamativa también la romería que se hace en Semana Santa en donde los niños llevan una especie de mona de Pascua para ser bendita antes de comérsela, ya que la tradición dice que si se la comen antes, sangra. Visitad la Iglesia de Lubre, que vale la pena, bicos.
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