A la entrada de Ares, a mano derecha, si nos fijamos, en el fondo de la pendiente, está A Xunqueira, humedal al que recientemente han dotado de pasarelas de madera y observatorios de pájaros. Es una pena que este verano no lloviera un poco más, ya que las aguas escasean en el paraje y los pocos patos que hay casi se tienen que pelear para nadar. Ayer empezó el otoño y con él las primeras lluvias empezarán a rellenar y limpiar lo que este intransigente verano ha dejado seco y gris, sobre todo en una zona como ésta que tanto necesita la humedad para estar a pleno rendimiento. Fuimos de paseo al atardecer, el sol ya estaba bajo, las sombras se iban pronunciando más y resaltaban sobre el verde seco de las cañas a los anaranjados y ocres preludio a una pronta liberación de las ramas de los árboles. Cuando las lluvias hagan acopio de agua volveré cámara en mano a registrar el aspecto de este bonito paraje en tardes más frías.
Espero que os guste.
Anda! Que chulas Juani. Me gustan las cortezas de los arboles, me consuelan, cada vez que me veo una arruga nueva. Un paseo, como cuento fabulado, se me esta ocurriendo un corto? Un largo?
ResponderEliminarUn beso
Marietiña
Muchas gracias Marieta. Oye pues piensa algo que te lo ilustro sin ningún problema. Un beso.
ResponderEliminarEste verano llevamos a Santi y vimos ratas como caballos. Yo creo que se acabarán comiendo a los patos... Besos :-)
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