Cada vez que íbamos de visita a casa de la bisabuela "golda" a Somozas, yo soñaba con pasar por delante del Castillo de Moeche. Escudriñaba por el medio de las ramas a lo largo de todo el camino con la ilusión de vislumbrarlo aunque la visión durara medio segundo. Me parecía mágico, tan majestuoso, tan de cuento de príncipes y princesas en medio de aquellas casitas, tan alto; me hacía la ilusión de vivir en una morada a sus pies, protagonizando aventuras no escritas. Con los años uno se va haciendo mayor y si bien aprendemos que hay cosas imposibles, me sigo acordando del castillo con mucho cariño y procuro ir de vez en cuando. Durante un largo período de tiempo no se pudo visitar, lo cerraron para restaurarlo, las fotos de hoy son del castillo ya restaurado, del día de la inauguración. Tengo que decir que yo adoraba el castillo como era antes, ahora está bien, es más práctico y seguramente bonito, pero mi castillo era el de antes, el mágico, la ruina romántica que tengo en mi corazón.
muy chulas las fotos hace años que no voy por ahi
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