Ayer no hubo entrada, os habréis dado cuenta que fue debido a la huelga. Fue un día un poco desconcertante para mi, alegre por un lado pues el hecho de poder quejarme y reivindicar derechos fundamentales es síntoma de libertad y avance; triste por otra parte pues el hecho de exigir derechos básicos como el trabajo implica pérdida de los mismos y una sociedad menos feliz. Un sociedad en la que va a tener que vivir mi hijo, que en el fondo es lo que más me preocupa, me siento muy insegura respecto al futuro en el que le va a tocar vivir.
Un poco en consonancia, he elegido las fotos de hoy, tomadas hace unos días en el muelle de Barallobre, en donde las barcas están atadas a tierra hasta tal punto que no pueden ni siquiera flotar en el agua, que sería lo suyo. Hasta mañana.