jueves, 30 de septiembre de 2010

Amarras y ataduras

Ayer no hubo entrada, os habréis dado cuenta que fue debido a la huelga. Fue un día un poco desconcertante para mi, alegre por un lado pues el hecho de poder quejarme y reivindicar derechos fundamentales es síntoma de libertad y avance; triste por otra parte pues el hecho de exigir derechos básicos como el trabajo implica pérdida de los mismos y una sociedad menos feliz. Un sociedad en la que va a tener que vivir mi hijo, que en el fondo es lo que más me preocupa, me siento muy insegura respecto al futuro en el que le va a tocar vivir.
Un poco en consonancia, he elegido las fotos de hoy, tomadas hace unos días en el muelle de Barallobre, en donde las barcas están atadas a tierra hasta tal punto que no pueden ni siquiera flotar en el agua, que sería lo suyo. Hasta mañana.
















martes, 28 de septiembre de 2010

Las pequeñas cosas

La entrada de hoy se la voy a dedicar a las pequeñas cosas que hacen que los días no pasen sin pena ni gloria. Yo soy de pequeñas cosas, detalles que a veces pasan desapercibidos, pero que muchas veces recalan en mi y hacen que aflore un sentimiento, una sensación. Tengo que reconocer que soy persona de altibajos emocionales, de fácil conmover, también tengo espíritu de esponja, me hago partícipe del nivel de humedad del ambiente en poco rato, tengo rápida capacidad de recuperación. Y sin más preámbulos, más que nada porque llevo escribiendo esto desde por la mañana y son más las 6 de la tarde ( creo que se me puede dar el premio a la persona más interrumpida mientras intenta escribir de hoy), unas fotos de esas pequeñas cosas que a veces pasan desapercibidas de lo pequeñas que son y que además desaparecen rápido. Un abrazo.










lunes, 27 de septiembre de 2010

FondoMar 2

Hoy de nuevo un paseo por el muelle de Barallobre y lo que vamos a ver es la segunda parte de las fotos del edificio del que os hablaba ayer. Espero que las disfrutéis.














domingo, 26 de septiembre de 2010

Fondomar 1

Hoy por la mañana me fui a dar un paseo por el muelle de Barallobre y la verdad es que dió para mucho, estaba precioso, el cielo azul con grandes nubes algodonosas blancas, la marea baja que nos dejaba apreciar los tesoros que el mar esconde, el aire limpio. Hoy descubrí varias cosas que os iré contando, una de ellas es una especie de fábrica abandonada, FondoMar S.L., de ella son las fotos que podéis ver hoy. Da un aire muy decadente al lugar, en contrapunto a la sensación de actividad que da la gran cantidad de barcas y artes de pesca que se pueden ver a lo largo del muelle.














sábado, 25 de septiembre de 2010

Una habitación con vistas

Hoy no voy a comentar mucho, solo quería enseñaros lo que se ve desde la ventana de mi habitación en casa de mis padres. Durante años y años, fue lo primero que vi al levantarme por la mañana y mirar hacia fuera para comprobar que tiempo hacía. Espero que os guste, para mi es el paisaje de mi vida, no hay ninguna vista que lo mejore. La banda sonora de este paisaje era el cantar de los gallos, y allá donde voy los añoro mucho a ambos.
Para los que no sepáis que es lo que se ve, os diré, de izquierda a derecha: O Roxal, Pename, Marraxón, el Belelle, las Aguas, Neda, Fene, Ferrol, Montefaro, Narón, El Couto, Xubia, La Ría, Santa María..., supongo que todo os suena de otras entradas y lo que no os suene, no os preocupeis que lo veréis en algún momento. ¡Se me olvidaba!, a mis espaldas está, por supuesto, el Monte de Ancos. Un beso a todos.




viernes, 24 de septiembre de 2010

A Xunqueira

A la entrada de Ares, a mano derecha, si nos fijamos, en el fondo de la pendiente, está A Xunqueira, humedal al que recientemente han dotado de pasarelas de madera y observatorios de pájaros. Es una pena que este verano no lloviera un poco más, ya que las aguas escasean en el paraje y los pocos patos que hay casi se tienen que pelear para nadar. Ayer empezó el otoño y con él las primeras lluvias empezarán a rellenar y limpiar lo que este intransigente verano ha dejado seco y gris, sobre todo en una zona como ésta que tanto necesita la humedad para estar a pleno rendimiento. Fuimos de paseo al atardecer, el sol ya estaba bajo, las sombras se iban pronunciando más y resaltaban sobre el verde seco de las cañas a los anaranjados y ocres preludio a una pronta liberación de las ramas de los árboles. Cuando las lluvias hagan acopio de agua volveré cámara en mano a registrar el aspecto de este bonito paraje en tardes más frías.
Espero que os guste.












jueves, 23 de septiembre de 2010

Ancos

Sobre el monte de Ancos me crié, en su falda me acostumbré a subir y bajar cuestas, a respirar su aire. Cuando era una niña, "miraba de mi" una prima de mi abuela, Maruja, ¡qué recuerdos!, me hacía para comer un guiso de bacalao extraordinario que no he vuelto a probar en mi vida, me lo servía en plato metálico lacado en blanco con los bordes en azul y algún crocado oscuro. Me acuerdo de inclinar el plato y hacer ruido con la cuchara contra el plato aprovechándo hasta el último trocito de ajo tostado del sofrito que quedaba, empujando con miga de pan blanco que olía a cálido horno de leña.
Me acuerdo de Maruja a diario, me llevaba de paseo al monte de Ancos y como si fuera hoy, recuerdo el día que me escapé monte abajo, ella gritaba desde arriba "¡Nena ven, ven!, ¡Condanada cativa, como te colla!", me acuerdo hoy con la sonrisa maliciosa de entonces, la malicia de cuando tienes 4 o 5 años y sabes que te estás portando mal, porque sabía que me iba a coger,y como siempre, sólo refunfuñaba, lo peor que me podía pasar era que me agarraba fuerte del brazo para que no me escapara de nuevo. Maruja era seria y grande, o a mi me lo parecía, con su falda hasta los pies, y su refajo, y su mandil, y capas y capas de tela que la hacían grande y redonda, como si fuera el monte con su ladera redondeada, y desde luego tan vieja o más que el propio Ancos.
Las fotos de hoy se las dedico a Maruja, que durante mi más temprana infancia me cuidó y se preocupó mucho por mi, tanto, que me encantaría estar cuidando de ella, todo mi amor estés donde estés. 

















miércoles, 22 de septiembre de 2010

El viaducto de Vilanova

Seguro que muchos sabéis de lo que hablo, es el viaducto que se ve desde Fene, el que pasa por encima de Vilanova en Sillobre, por encima de la carretera que lleva a La Capela. Es una megaconstrucción que llama mucho la atención, fuente de polémica en su momento y porque no decirlo, ahora también. Es muy llamativo porque pasa literalmente por encima de las viviendas, y es tan alto que hasta da vértigo mirarlo y pensar que de vez en cuando pasamos sobre él en automóvil. Lo cierto es que da que ver, ya hacía algún tiempo que me apetecía hacerle alguna foto, ayer le hice estas, a ver si vuelvo en otro momento sobre todo para fotografiarlo desde abajo. Espero que os guste.
Por cierto los que no tenéis gmail, ya podéis hacer comentarios en el blog como anónimos, por fin encontré el modo, seguramente no serán publicados al momento, pero sí al cabo de un rato. Lo dicho, espero que disfruteis las fotos de hoy, tengo que deciros que pienso mucho en los que estáis viviendo fuera, y espero que esto os sirva para sentiros más cerca de vuestra casa.








martes, 21 de septiembre de 2010

Marraxón

Que bonito está todo por la mañana, no os podéis imaginar que mañanita más agradable en Marraxón, temperatura perfecta, el sol asomándose entre las nubes, el aire con ese puntito de niebla que hace que se respire a gusto. No pude subir arriba de todo porque como siempre tuve que aprovechar el momentito entre dejar a Luis en el cole y abrir el cíber. Me gustaría llevar a Luis conmigo un día por la mañana para que disfrute del amanecer, aunque me da pena levantarlo tan pronto, al pobre le cuesta un montón, bueno, después se lo comento a ver que opina... Un abrazo a los que me visitáis, de algunos lo se porque me habéis escrito, de otros me lo imagino por el número de visitas, lo dicho, un abrazo a todos, espero que disfrutéis de mis fotos tanto como yo disfruto haciéndolas.
Las fotos como la primera están hechas de Oeste a Este, el lugar que se ve al fondo es Chao da Aldea y por el valle entre montañas, en donde apunta la luz, estaría mi querida Fervenza.