En el muelle de Astano, en Fene, si algo hay es gruas y más gruas, parece que quisieran tocar el cielo y que finalmente se hayan doblado rendidas, todas iguales, solo se diferencian en el tamaño, o en la posición. El horizonte se llena de pinchitos apuntando arriba, como un erizo. Para mi, como para todos aquellos que hayan nacido por estos lares, supongo, esta se vuelve una visión entrañable, a mi me gusta mucho llegar a un sitio nuevo y encontrármelas, se van creando enlaces, puntos en común que tejen la red a la que pertenecemos todos los de costa. Bueno, espero que os gusten estas visiones nocturnas, un abrazo.
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me gusta mucho la primera foto ;)
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