jueves, 31 de marzo de 2011

En la charca

Una cosa que me encantaba hacer de pequeña era ir al río a coger renacuajos, me gustaba observarlos, ver su evolución: primero los veía en su gelatina, después salían y con su colita alborotaban mucho al notar que me acercaba al agua (en el movimiento del agua de la primera foto se puede percibir precisamente esto), a continuación les salían sus patitas traseras y su cuerpecito cogía volumen y anchura, se le iban definiendo sus formas de ranita oscura; por último empezaban a salir del agua y perdían el rabito, ya eran ranitas minis que empezaban a buscar otro sitio donde vivir. Ahora que se donde las hay, tengo que llevar a Luis a ver si coge afición por ellas, me encantaría. Bicos a todos.



Prohibida su reproducción. Todas las fotografías de este blog son propiedad de Juana Prieto Luna, está prohibida su reproducción total o parcial. En caso de querer utilizar alguna imagen, pónganse en contacto con la propietaria

3 comentarios:

  1. Cando era cativa, xogaba a cazar ras. Un día, descubrín que a pel da miña man esquerda estaba a abrirse en círculos concéntricos. Polo visto, os sapos escupen un líquido velenoso que fai que a pel caía.
    Non lembro que fose doloroso. Pero si que deixei de ir cazas ras e sapos á charca. Vaites! A natureza cabréabase conmigo.
    Moi bonitas, Juani. Espertan en min moitas lembranzas de cando fun picariña.

    ResponderEliminar
  2. Caramba Anabel, a mi nunca me pasó nada de eso, pero está bien saberlo por si acaso. Hoy cuando hice estas fotos me sentí un poco niña también. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Jijijiji.
    Tamén mataba abellas.
    Era unha cativa ben rebuldeira.
    http://listasdetareas.wordpress.com/2010/07/10/la-buena-nina-y-la-abeja-maya/

    ResponderEliminar