Hacía mucho tiempo que no me daba un paseo por los jardines del Pazo de Mariñán, en gran medida debido a que los fines de semana cerraban, con lo cual era imposible compatibilizar con mi horario. El caso es que han vuelto a abrir los fines de semana, así que nos lanzamos y allí nos fuimos. Si hay algo de Mariñán que me encanta y que tenía muchísimas ganas de ver, es su pequeño arboreto caducifolio en donde hay algun precioso Arce rojo japonés, solo por esto tenía ganas de ir hace ya mucho tiempo, pero os voy a dejar con la miel en los labios, y lo que vamos a ver hoy son vistas de las preciosas marismas del Mandeo que bordean los jardines y de la zona del embarcadero. Mañana más.
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